El secreto del cometero
Don Mario no recuerda si tenía 13 o 14 años cuando hizo su primera cometa. Estaba de vacaciones en Palmira donde su tío el alfarero y un día se topó con alguien que elevaba algo hasta el cielo. Se sentó al lado de aquel hombre y observó cuidadosamente cada paso para la elaboración del prodigioso artefacto. Después de esa clase informal pudo construir su primera cometa, “de esas que llaman 'tajada', la que tiene solo dos varillas. Me tocó ponerle papel periódico porque no tenía del otro. Fue difícil elevarla, pero al final sí pude”, comenta mientras evoca lo que sucedió hace 64 años.