Por Jorge Manrique Grisales
Le escribo porque pienso que sus privilegios como presidente de la Federación Colombiana de Fútbol están llegando a su fin por culpa de las demandas legales que hoy pesan sobre el balompié nacional.
Por la banda derecha, no la del uribismo, está la sombra de una multa multimillonaria por culpa de la presunta cartelización de los sueldos de las jugadoras del fútbol femenino anunciada por la Superintendencia de Industria y Comercio mediante la resolución 56062, mientras que por la punta izquierda, no la del petrismo, crece la amenaza de una posible huelga de los jugadores por el pliego laboral que el Ministerio de Trabajo aceptó que debe discutirse con la FCF y la Dimayor.
¿Usted se imagina un país sin fútbol? No solo la fanaticada masculina, sino también la creciente afición femenina, estarían desprogramadas no sólo los fines de semana, sino también entre semana, pues aquí, casi que hay fútbol todos los días por obra y gracia de un calendario que los miembros de la Asociación Colombiana de Jugadores Profesionales (Acolfutpro), los mismo que quieren negociar con la FCF y la Dimayor, piden que se cambie para que los deportistas tengan un margen de mínimo 72 horas entre los partidos. Ni las maratones de Netflix, ni las erizadas de Amparo Grisales o los culebrones mexicanos llenarían ese espacio que ahora hay que pagar para ver WIN +. Ni se diga del que vive de la venta de la camiseta o las banderas en los semáforos. Sería una catástrofe, aunque muchos respirarían tranquilos por el fin del escenario de violencia en que se han convertido los estadios.
Imagínese presidente que se acabaría aquello del “pan y circo” de la antigua Roma, como bien lo expresó el exjugador y especialista en Derecho Internacional Deportivo, Andrés Felipe Guapacha, pues el fútbol, como parte de la gran industria del entretenimiento, es también una forma de control social. Detrás del fútbol hay una sociedad con problemas graves de todo tipo, aunque los clubes internacionales siguen demandando futbolistas colombianos, como también lo manifestó Guapacha.
Compleja situación la que tiene Usted entre manos, pues hasta La Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) manifestó su apoyo a Acolfutpro en su objetivo de que se inicie una negociación con la FCF y la Dimayor. La FCF hace parte parte de la superpoderosa FIFA que maneja uno de los espectáculos más costosos del mundo, el Mundial que cada cuatro años mueve grandes sumas de dinero. ¿Qué tal que tengamos que salir de la FIFA porque se acabó el fútbol rentado en Colombia?
Ojalá presidente tenga un equipo de abogados que contenga a los hábiles juristas que quieren golearlo y acabar con los privilegios de estar en cabina al lado de Infantino tomando wiski al calor de la final de un Mundial. Recuerde, eso sí, que por ahora el hombre de negro es Petro y el VAR habrá que buscarlo después en las altas cortes si le decretan a la FCF y a la Dimayor la pena máxima.