Midiendo la cascada más alta del mundo

En el siglo XVIII, el salto del Tequendama interesó a varios científicos no sólo por su belleza natural (claro, eran otras épocas), sino también por su altura. Este relato recrea los intentos realizados en 1790 por el coronel Domingo Esquiaqui para medir la cascada que llegó a pensarse era la más alta del mundo. La noticia fue publicada en el Papel Periódico de Santafé de Bogotá el 3 de mayo de 1793.